jueves, 11 de abril de 2013

Buenas prácticas 0-3 años

«Si caminas solo, podrás ir más rápido, pero juntos llegaremos más lejos.»
Me resulta curioso observar como unas maestras, de un hecho en apariencia cotidiano y sencillo, como es el de llegar a clase con paraguas un día de lluvia, han sabido sacarle provecho a esta simple acción, aprovechándola para fomentar el trabajo cooperativo y en equipo. Este ha sido el motivo principal por el cual he escogido esta práctica
¿Por qué considero importante fomentar el trabajo cooperativo?
En primer lugar considero que el aprendizaje cooperativo es una condición y un instrumento para la inclusión, para el desarrollo de la solidaridad y de la cohesión social; el aprendizaje cooperativo es una finalidad del sistema educativo y, a su vez, un medio para el desarrollo de las competencias básicas y por último, la estructura cooperativa de la actividad en el aula permite el desarrollo de estrategias para la atención a la diversidad.
 
Una manera muy interesante que he leído sobre la importancia de cómo promover el trabajo en equipo y la manera de hacer grupos heterogéneos en el aula podría quedar esquematizado de la siguiente manera:
Enseñar a trabajar en grupo es enseñar a los niños a empezar a adquirir conciencia de equipo y trabajar juntos para conseguir un mismo objetivo; ser responsables en la realización de las tareas acordadas y asignadas a cada uno y también ayuda a autoregular el funcionamiento de su propio equipo: autoevaluación y coevaluación
La práctica elegida me ayuda a observar cómo de pequeñas acciones podemos propiciar y favorecer un buen desarrollo en los pequeños. El ejemplo del paraguas así como el de las bicicletas con tándem nos recuerdan cómo trabajar de manera sencilla  un trabajo en equipo dentro del aula.
Trasladando este hecho a la realidad del centro de Ses Païsses, observo que en edades de entre 2 y 3 años, que son con las que trabajo, no se fomenta demasiado este tipo de trabajo. Habitualmente los niños, durante el juego libre, suelen hacer sus propias agrupaciones, no obstante, no se promueven, en el tipo de actividad que se realiza (dibujo, plastilina, trabajos por proyectos, etc.) este tipo de agrupaciones que comentaba anteriormente.
El grupo clase lo forman un total de 18 niños de los cuales 9 son niños y 9 niñas. Por lo general observo que la mayoría de los niños tienen tendencia a compartir momentos y situaciones siempre con los mismos compañeros y, por otro lado suele haber poca interacción entre niños y niñas. ¿Es un hecho relevante? ¿Sería conveniente favorecer un acercamiento? Son preguntas que me hago y que me ayudan a mejorar mi práctica diaria.
Considero que a estas edades, todavía predominan ciertos atisbos de egocentrismo en el pequeño, no obstante según va avanzando va emergiendo progresivamente de ese egocentrismo y empieza a sentir la necesidad de apertura a los demás. Por tanto, creo que lo que predomina en estas etapas no es tanto el hecho de con quien interactúan los niños sino más bien los juegos libres y espontáneos que empiezan a tomar la forma de pequeños grupos que tienen afinidades reales y muy profundas entre los niños.
 
Esta práctica refleja muy bien un trabajo por proyectos. En realidad no sabemos si el hecho de trabajar esta temática surge de la necesidad del propio niño o más bien es un recurso que emplea el propio centro aprovechando la estación en la que se encuentran. Aun así, la manera cómo está llevada a cabo refleja muy bien lo que considero trabajar a partir de la experimentación y la manipulación de objetos cotidianos.
En Ses Païsses, por ejemplo, teniendo presente la línea que persigue el centro cuando nos habla de escuela pública que analiza la realidad social y trabaja para formar ciudadanos solidarios, respetuosos, empáticos; escuela ibicenca que fomenta el respeto hacia sus costumbres, propaga su cultura y por tanto su lengua;  escuela por la diversidad, manifestando el pluralismo ideológico y la renuncia de todo tipo de adoctrinamiento y escuela entorno que apuesta por trabajar la conciencia hacia el medio así como facilitar el contacto con las familias, no es de extrañar que esta filosofía de centro se traslade a las aulas de manera que el estilo docente puede resumirse teniendo en cuenta unos cuantos principios pedagógicos: promover una educación integral, educar en valores,  fomentar la solidaridad y la colaboración frente a la competición, adquirir autonomía, crear un clima de seguridad y confianza, considerar al niño como protagonista de la acción educativa y respectar los distintos niveles de desarrollo del niño.
Considero que se fomenta el aprendizaje por descubrimiento y el aprendizaje significativo. El aprendizaje significativo se crea cuando preguntamos a los niños sobre lo que ellos ya conocen del tema para poder partir de ese punto en las explicaciones e ir introduciendo nuevos contenidos que se relacionen con los que ya tienen, de manera que ellos mismos deducen esos nuevos conocimientos.
Durante este trimestre la temática a trabajar ha tenido como eje principal “El mar”. El aprendizaje por descubrimiento, dado que consiste en que los niños lleven a la práctica los conocimientos adquiridos, se ha dado por ejemplo, mientras trabajaban las características de los animales y, con la ayuda de sus padres, los pequeños han realizado una excursión para comprobar ciertas características (visita a la cueva de Sant Antoni Portmany).
 
3- Espacios y materiales: -Hacer de observadores del ambiente -
Esta práctica me parece estupenda para reflexionar. Nos habla de la importancia del espacio y el material no únicamente des del aspecto físico de los mismos sino cómo recursos con propia personalidad, que nos evoquen y nos provoquen, que nos hablen, nos miren y nos enseñen, que nos acompañen en el proceso de enseñanza-aprendizaje y nos muestren y nos sugieran.
Esta buena práctica nos invita a contemplar, a ser espectadores del ambiente de nuestra escuela. Y es eso precisamente lo que me ha gustado de la misma. Me ayuda a observar con mayor detenimiento los aspectos característicos del centro de Ses Païsses.Por ejemplo, el aula está organizada por diversos rincones: rincón de la lectura, de la cocina, y de juego simbólico. Tal y como hemos aprendido a lo largo de la carrera, organizar la clase por rincones implica una decisión en la forma de hacer y entender la práctica educativa, y como tal conlleva la reflexión sobre los aspectos educativos más relevantes.
La elección de organizar la tarea educativa en rincones presupone aceptar que no todos los niños son iguales, ni tienen las mismas necesidades ni los mismos ritmos de aprendizaje. Y por tanto, este enfoque está ofreciendo a los pequeños una variedad y secuenciación ordenada de actividades que facilita a las docentes la posibilidad de llevar a cabo un programa pedagógico ajustado a las necesidades de éstos.
Por otro lado, la vida cotidiana dentro del aula mantiene una estructura horaria y una organización que considero ayudan al niño a situarse. Los pequeños de manera rutinaria llevan a cabo las diferentes actividades siguiendo un orden preestablecido que se repite día tras día, esto les ayuda a reforzar por un lado su autonomía y seguridad y por otro lado les ayuda a  situarse espacial y temporalmente.
Considero que el centro invita y cuenta una historia a través de toda la documentación visual que ofrece. Las paredes narran la propia dinámica del centro y tanto los familiares, como los pequeños como el propio equipo docente conforman una comunidad educativa cohesionada y con un clima familiar.
“Lo que no se documenta no existe”
La documentación en la Educación Infantil sirve para ofrecer un conocimiento más reflexivo de la labor educativa para construir una escuela con cultura e identidades propias y reconocibles. La documentación consiste en la recogida y exposición sistemática y estética (a través de escritos, imágenes, paneles, vídeos, palabras de los niños y niñas, productos gráficos) de los procesos educativos. (Hoyuelos, 2007)
Una aspecto importante que me gustaría destacar y que podríamos fácilmente relacionarlo con el tema de las creencias es el hecho de que muchos maestros y maestras de Educación Infantil esperan que su trabajo sea visto y reconocido. La documentación se convierte en memoria viva y visible del proceso compartido en extraordinarios procesos que es posible narrar a través de las imágenes. Cuando un maestro o maestra documenta, construye una relación entre el adulto como educador y los niños y niñas, cuyos pensamientos, palabras y acciones documenta. En este sentido, la práctica de la documentación no puede existir en modo alguno separada de nuestra propia implicación en el proceso. Igualmente, la escenificación (es decir, lo que representamos o actuamos de aquello que hemos documentado) es también selectiva, parcial y contextual. Lo que documentamos como educadores representa una elección entre otras muchas, una elección en la que los propios maestros y maestras participan. Del mismo modo, lo que no elegimos es también una elección plena de creatividad porque la creatividad del maestro o maestra de Educación Infantil reside entonces en el reconocimiento y valoración de la creatividad infantil. Es decir, somos creativos en el reconocimiento de la creatividad del otro. Ahora bien, ¿cómo decidir qué seleccionar?
Esta es una pregunta que continuamente me hago porque en ocasiones he podido observar que la documentación que se lleva a cabo es interpretada y transcrita por el maestro, por consiguiente existe un filtro que posiblemente esté totalmente condicionado por la propia creencia del maestro. Esta reflexión me ayuda a intentar evitar, en la medida de lo posible, una observación subjetiva y, por consiguiente, a intentar tener una mirada más neutra.

 
 
JUAN, M. OLIVERAS, A. Y OTROS (2010): Introducción del aprendizaje cooperativo en la Educación Infantil.


Justificación de las competencias

4.2 y 4.3 He sabido identificar buenas prácticas y justificarlas. A la vez me ha permitido elaborar diversas hipótesis sobre estos hechos mostrados a partir de la información recopilada.

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