Mi nombre es Priscila, soy de Barcelona y hace un año y medio que vivo en Ibiza. Durante diez años he estado trabajando en la misma empresa, de manera sistemática y casi podría decir que automatizada. Me levantaba a la misma hora cada mañana, realizaba una jornada idéntica a la del día anterior y salía con la misma sensación todas las tardes, una sensación de vacío. Con esto no quiero decir que durante estos diez años de mi vida no me haya sentido bien, no tiene nada que ver con eso. Me inicié en el mundo laboral demasiado joven y he tenido una sensación permanente durante este tiempo de querer seguir descubriendo. Una sensación de cierto inconformismo ante tanta monotonía, me inquietaba pensar que si no hacía nada esa sería la vida que seguiría viviendo y eso, en cierta manera, me asustaba.
Bien pues, sin tragedia ni dramatismo, decidí dar un giro a mi vida y empezar a caminar en otra dirección. La mayoría de la gente que me rodea no entendía mi decisión, mis ganas de romper con esa supuesta seguridad, tranquilidad, bienestar económico… y es cierto, gozaba de todos esos privilegios pero aun así tomé la decisión de hacer un paréntesis y afrontar nuevos retos.
Así es como decidí empezar esta carrera, aterricé en Ibiza, presenté la solicitud y fui aceptada, otro gran privilegio…
Me considero una persona reflexiva y curiosa y me gusta mucho enriquecerme de las conversaciones entre las personas que me rodean así que creo que esta será una asignatura que disfrutaré y de la cual podré aprender mucho ya que parece una asignatura que invita a la introspección, a la reflexión, a la crítica (constructiva, por supuesto) al debate… y personalmente creo que siempre es interesante contrastar diferentes puntos de vista y escuchar las opiniones ajenas.
Creo que porque cuando una persona expresa, ya sea mediante el dibujo, el baile, el cante, el discurso, la mirada, etc. verdaderamente lo que siente así lo sienten también las personas que la rodean y, por tanto, notamos la autenticidad del momento, la libertad de expresión de esa persona y, además, la libertad ante los posibles prejuicios y ojos algo intrusos.
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