A
grandes rasgos podría considerar que he asimilado los cinco grandes bloques que
configuran las competencias:
-
Autonomía en el aprendizaje
A
raíz de mis inquietudes por un lado y la necesidad de contrastar con otras
experiencias o referencias teóricas mi propia práctica, considero que he
reflexionado sobre los diferentes aspectos que pueden llevarme a una buena
práctica profesional, he consultado multitud de artículos, blogs y revistas
para ampliar la propia información y he llegado a conclusiones, algunas
hipotéticas, otras llevadas a la práctica a partir del contraste de información
recogida.
-
Reflexión
sobre el propio aprendizaje
He
sabido identificar puntos fuertes y débiles en cuanto a las capacidades y competencias
profesiones, cómo ya reflejé en una de las entradas, he aprendido a identificar
mis propias creencias y concepciones; me cuestiono la propia práctica y me hago
preguntas que me ayuden a reflexionar y mejorar como futura docente; argumento
lo que hago y por qué y reflexiono sobre mis propios errores por tal de
encontrar nuevas vías que me permitan seguir aprendiendo.
-
Análisis
sobre el funcionamiento del centro
Creo
que esta es la competencia más trabajada al estar en total relación con la
asignatura del Prácticum I. Periódicamente hemos tenido que ir realizando
diversas publicaciones en referencia a diversos ámbitos que me han permitido
analizar en profundidad mi práctica.
-
Análisis
y reflexión sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje
A
lo largo de la asignatura también he aprendido a identificar los marcos
teóricos que justifican o cuestionan mis prácticas, he sabido identificar tanto
las buenas prácticas que se practican el en centro y el aula como las que me
resultan mejorables y he aprendido a elaborar diferentes hipótesis a partir de
información recopilada.
-
El
proceso de mejora
En
cuanto a esta última competencia tengo
que reconocer que aun justificando y contextualizando el proyecto propuesto,
aun habiendo reflexionado sobre las necesidades y habiendo intentado
identificar las posibles carencias y aun habiendo recopilado información y
referentes teóricos para llevarlo a cabo,
no hemos sabido prever algunos de los obstáculos con los que a
posteriori nos hemos encontrado. Como por ejemplo el tema del uso que los niños
iban a hacer con el material proporcionado.
Confeccionamos
las lonas que colgaban de los árboles creyendo que los pequeños utilizarían ese
espacio para esconderse o tener un rincón de intimidad y lo que más les llamó
la atención fue el hecho que podían trepar por encima y deslizarse. Esto hizo
que el día siguiente de su instalación las lonas se rompieran.
¿Cómo
solventamos el problema?
Pues
aunque desde un principio no fuimos capaces de preverlo a posteriori volvimos a
colocar nuevas lonas, pero con el punto de tensión recayendo sobre el árbol que
las sujeta y no sobre la propia lona y, por otro lado acercando a los niños al
material e interactuando un poco con ellos, haciendo otro tipo de juegos y
explicándoles también que es lo que podía suceder si se abusaba del juego
trepando y deslizándose a través de ellas.
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