Antes
de iniciar esta reflexión me gustaría comentar que para llevarla a cabo he
tomado como referencia dos jornadas de mis compañeros: una de Can Cantó y la
otra de Cas Serres. No obstante, dado que yo no asisto en persona a ninguno de
estos centros y, por tanto, las vivencias o descripciones son las aportadas por
mis compañeros, tomaré como punto de partida Ses Païsses, el centro en el cual
trabajo. El resto de jornadas me servirán de apoyo o contraste con la realidad
que se vive en el centro indicado. Por tanto esta reflexión únicamente hace
alusión a la manera que tiene Ses Païses de enfocar una jornada, las otras dos
aportaciones de mis compañeros me ayudarán a tener más parámetros y un mayor abanico de posibilidades sobre
diferentes maneras de hacer. Por consiguiente resaltaré de ambas únicamente las
fortalezas y oportunidades que he podido observar.
Aspectos
a destacar de la jornada descrita:
La
manera de proceder una vez entra el niño en el centro es la siguiente:
-
El adulto acompaña al niño hasta la
clase.
-
Le ayuda a colgar su chaqueta fuera y a
despegar la estrella que hay en la puerta con su foto.
-
Entra dentro del aula y el niño va al
panel que hay en la pared y engancha su estrella
-
Se despide del niño y en caso de ser
necesario aprovecha este momento para intercambiar algún tipo de información con el tutor o
profesor de soporte.
Observo
que esta manera de proceder se lleva a cabo en los distintos centros y, a mi
parecer es una buena práctica.
Día a día, vivimos en el aula las entradas de niñas, niños y sus familias.
Son momentos cotidianos que experimentamos a más velocidad de la que
probablemente nos gustaría, teniendo que actuar de manera improvisada e incluso
en ocasiones nos pilla totalmente desprevenidos. Esto lo experimento cada
mañana cuando por lo general la mayoría de niños entran agarrados fuertemente
del familiar que los acompaña y no quieren quedarse en el aula. ¿Cómo podemos
invitarlos a quedarse? Cada vez más siento que los niños ya me identifican
dentro del aula como una más e incluso me llaman por mi nombre, que no es
fácil. Así pues eso me ha dado cierta confianza para acercarme a ellos cuando
llegan y ofrecerles un recibimiento caluroso y tierno.
Para mí es importante aprender a respetar cómo llegan las familias al aula,
cómo se las recibe y acoge y cómo nos despedimos después de la jornada diaria.
Son encuentros llenos de diversas emociones y distintas personas con historias
y mundos personales propios.
Por tanto considero que la entrada tiene que invitar a querer entrar y por
eso es importante que por ejemplo en las paredes haya motivos de referencia
tanto para el niño como para sus familiares (fotografías, dibujos, saludo,
etc.), y que tanto el espacio como las personas que lo habitan generen
confianza. ¿Cómo podemos generarla? Observo que es importante tu capacidad de
escucha, de observación y sobretodo de respeto. Por otro lado hay que saber
atender las necesidades individuales, tanto de los familiares como de los niños
ya que en ocasiones hay niños que precisan de tu atención en ese instante para
desprenderse de su referente familiar y no vivir el momento de la separación
como algo doloroso. Una familia no debería irse sin entrar en el aula, sin
despedirse, sin un comentario de saludo personal en el que el niño perciba
seguridad por ambas partes.
Otro aspecto que observo diferente entre los tres centros es el momento que
destinan a realizar la asamblea. En el caso de Ses Païsses se realiza antes del
almuerzo, sin embargo en el resto de centros se realiza después. Quizás este
aspecto, que hasta el momento no me había cuestionado, me hace reflexionar
sobre el hecho de que hacerlo antes del almuerzo supone tener un tiempo marcado
para llevarla a cabo ya que el almuerzo se realiza a las diez. También ha
sucedido que alguna mañana algún niño, a pesar de que el centro cierra sus
puertas a las 9.30h, ha llegado un poco más tarde de la hora máxima establecida
y esto ha provocado una interrupción de la asamblea.
Personalmente considero que la asamblea desempeña un papel fundamental en
la Educación Infantil ya que nos ayuda a conseguir objetivos y contenidos; nos
ayuda a desarrollar y adquirir las Competencias Básicas, principalmente:
lingüística, social y ciudadana, matemática, aprender a aprender, cultural y
artística y la de autonomía e iniciativa personal; nos ayuda a trabajar normas;
nos ayuda a averiguar los conocimientos previos de los niños y niñas para ver
de qué nivel tenemos que partir y nos ayuda a desarrollar la estructuración
temporal, anticipando qué actividades realizaremos después.
¿Qué
temas se tratan durante las asambleas? ¿Qué papel desempeñan los niños y las
niñas? ¿Y el docente? ¿Somos conscientes de la importancia de ésta para el
desarrollo de los pequeños? ¿Sabemos cuál es la relación que existe entre los
distintos niveles de autonomía y las posibilidades de aprendizaje? ¿Podría
descubrirse un proceso en “lo que hacemos” con el fin de ayudar a los niños en
la conquista de su autonomía?
Es importante mantener
un horario en el mismo orden que les garantice una ubicación espacio-temporal y
vaya reforzando su identidad y autonomía ya que el hecho de brindarles la
oportunidad de saber qué es lo que van a hacer una vez entran en el aula los
ayuda en su proceso de aprendizaje. Si cada mañana se estipulara un momento
diferente para realizar la asamblea no permitiría al niño una estructuración de
su tiempo y, por consiguiente creo que le provocaría desorientación y
desconcierto y por tanto menguaría su confianza.
Por otro lado, el hecho
de aprovechar este momento para verbalizar y mostrar visualmente, mediante
tarjetas con diferentes acciones de las que ellos forman parte, que es lo que
van a hacer durante el día los ayuda a percibir el inicio y final de cada
actividad de manera que, una vez más favorecemos a la creación de la concepción
del tiempo.
No obstante creo que es
necesario concienciarnos de la importancia de este momento y por consiguiente
darle el espacio que se merece. En ocasiones tengo la sensación de que se ha
convertido en una rutina más del día ya que por ejemplo mientras los niños
están cantando la canción del “Bon dia” las tutoras hablan entre ellas y
aprovechan ese instante para comentar alguna cosa. ¿No podríamos mediante la
observación emplear este momento para destacar o enfatizar aspectos de los
niños? El pequeño con NEE apenas dice palabras, suele comunicare mediante
onomatopeyas o representaciones gestuales no obstante desde hace unos días ha
empezado a decir alguna palabra y, en especial cuando cantamos esta canción,
¿Deberíamos enfatizar este momento y hacérselo notar? ¿Cómo lo conseguimos si
no le prestamos la atención que merece?
Por otro lado, es un momento en el que los niños aprovechan para dialogar
entre ellos o directamente con la tutora así que es imprescindible y primordial
bajo mi punto de vista saber y aprender a escucharlos. Esto no creo que se
consiga afirmando o contestando a lo que el niño expresa, yo creo que es
necesario repetirlo y darle su importancia para que por un lado el niño se
sienta parte del grupo y por otro para darle el valor que corresponde a sus
verbalizaciones.
Por lo general en ambos centros se desarrolla el día de manera similar al
de Ses Païsses. Hemos querido contrastar las diferentes sesiones de
psicomotricidad ya que, en mi caso, me sorprendió cómo se llevaba a cabo en mi
centro.
López (1995,9) dice: “para la infancia no es adecuado cualquier tipo de sociedad, cualquier tipo de familia,
cualquier tipo de relación, cualquier tipo de escuela, etc. Sino aquellas que
le permiten encontrar respuestas a sus necesidades más básicas…”
Así pues, si nos centramos en cómo
podemos, desde el ámbito educativo, dar respuestas a las necesidades más
básicas de los pequeños es necesario tener en cuenta la importancia de crear un
clima que les permita tomar conciencia de que existen a partir de sus propias
sensaciones, percepciones y experiencias.
Aprender a observar, sin filtro, cómo el niño utiliza los objetos y cómo
los utiliza cuando se relaciona con los otros nos proporciona gran información
sobre su manera de ser. Nos puede brindar la oportunidad de observar si los
objetos que está utilizando son acordes a su edad, si son adecuados al juego
que está realizando, que objetos son los que utiliza con mayor frecuencia, si
los comparte… toda esta información nos ayuda a situar la etapa evolutiva en la
que se encuentra el niño.
También cabe destacar la importancia de la sala, de los materiales
ofrecidos a los pequeños y del papel fundamental que desempeña el tutor. Los
lugares existentes han de favorecer el desarrollo de una pedagogía que permita
múltiples posibilidades expresivas.
La sala donde se realizan las
sesiones de psicomotricidad, por ejemplo, dispone de un amplio espacio, ya que
utilizan el pabellón municipal que tienen al lado, esto les permite desplazarse
libremente por todo el lugar de manera que dado que a estas edades hay que
tener en cuenta que los pequeños se encuentran en una etapa de sensaciones, de
tono, de emociones, de pocas imágenes mentales, etc. el hecho de disponer de un
espacio diáfano, con variedad de material, en el cual pueden gritar, correr
libremente, disfrazarse, saltar, trepar, rodar, etc. y por tanto “romper con
las normes de dentro del aula” les permitirá, coincidiendo con la propuesta de
desarrollo evolutivo descrito por Wallon, Piaget y Freud, experimentar
contrastes y alternancias, los placeres sensoriomotores, el inicio del juego
simbólico y, además un espacio para estimular la palabra trabajando a través de
ella la escucha del otro, la atención, la inhibición del movimiento, la espera
y los hábitos.
Por tanto, es importante que la distribución de la sala fomente,
proporcione y atienda la prioridad de dichas actividades, ofreciendo a los
niños la posibilidad de experimentar y desarrollar sus capacidades al máximo.
Si tenemos en cuenta lo anteriormente especificado y lo extrapolamos a la
realidad del centro, la verdad es que la sala dónde los pequeños realizan
psicomotricidad, una vez por semana, no está acondicionada ni persigue esta
finalidad.
El material del cual disponen es pobre y poco variado, el espacio que
destinan a psicomotricidad es una adaptación de una gran pista dentro del
pabellón y, por tanto, no presenta colchonetas, ni materiales específicos para
trabajar de manera concreta, con un objetivo claro y definido.
No obstante, gozan del privilegio del soporte de una PT, dado que en el aula
hay un niño diagnosticado que presenta un retraso madurativo, y es ella la que
se encarga, semanalmente, de sacarle el máximo partido al material y al
espacio, organizando diferentes sesiones con distintos propósitos para fomentar
y potenciar el máximo desarrollo de sus capacidades.
A raíz de la comparación entre jornadas de diversas escoletas observo que
por lo general la manera de proceder es la misma en la mayoría de los centros.
No obstante, me doy cuenta de la importancia que tiene, por un lado la actitud
del docente, por otro la filosofía que presenta el centro y, un aspecto muy importante
a destacar es el trabajo en equipo que se realiza.
Es vital que se procure un trabajo en equipo, que se fomente la
colaboración y participación y que haya un espíritu de superación y
construcción.
En apariencia diversos centros pueden presentar una misma manera de hacer,
no obstante, si ahondamos más, observamos las brechas que pueden surgir al no
tener una cohesión y un mismo enfoque entre los docentes.
Justificación de las competencias
3.1 Me hago preguntas sobre el funcionamiento del centro
3.2 Aporto reflexiones en cuanto a la propia organización: distribución del tiempo i el espacio, dinámicas de trabajo, coordinación entre el profesorado, relación con las familias, etc.
4.1 Además busco teorías que respalden mis inquietudes o reflexiones
4.2
Justificación de las competencias
3.1 Me hago preguntas sobre el funcionamiento del centro
3.2 Aporto reflexiones en cuanto a la propia organización: distribución del tiempo i el espacio, dinámicas de trabajo, coordinación entre el profesorado, relación con las familias, etc.
4.1 Además busco teorías que respalden mis inquietudes o reflexiones
4.2