jueves, 28 de febrero de 2013

Creencias sobre la observación

“Observar el juego forma parte del papel que debe desempeñar el educador ante éste. Se observa, se registra y se documenta para dar valor a las acciones de los niños, porque, como dice Malaguzzi, “lo que no se documenta no existe”. Se observa para aprender a mirar lo que acontece ante nuestros ojos, para que no pase desapercibido, para reflexionar y comprender, para reconocer, sacar conclusiones y darle un sentido, tanto a lo que el niño hace como a los planteamientos educativos en general, ya que si se sabe observar, la actitud del educador cambia, se vuelve humilde, abierto a la sorpresa, menos directivo y más atento a lo que el niño ofrece, más respetuoso con la naturaleza humana, capacitada desde los primeros años de vida para ser artificie de su propia existencia, más de lo que se puede creer.” (Ruiz, A. y Abad, J., 2011)
 
Personalmente considero que la observación se puede realizar de muy diversas maneras y a través de diferentes técnicas que nos pueden ayudar a focalizar la mirada según nuestro objeto de estudio.
En la descripción detallada he considerado interesante incluir las fotografías ya que es un sistema de registro que en muchas ocasiones habla por sí solo. Por otro lado, la fotografía, de alguna manera, muestra lo que es, independientemente de que a posteriori puedas interpretar esa imagen y darle un mayor significado. Sin embargo, un registro meramente descriptivo, aun cuando es considerado puramente objetivo, esconde detrás un pequeño filtro fruto de la creencia y experiencia de la propia persona que observa.
Así pues, veamos que filtro o creencia puede aparecer tras esta descripción, en apariencia objetiva, realizada durante el año pasado, en la asignatura de observación y documentación.
Considero que la pura observación nos puede limitar la mirada ofreciéndonos una visión más cerrada en cuanto a la evolución del niño durante la sesión, es decir, fijando dicha mirada hacia el foco preestablecido y, por tanto, obviando otros factores que pueden determinar la reacción del niño ante el material, los compañeros o incluso el propio espacio. Esto nos muestra una primera evidencia frente a las observaciones que realizamos puesto que es inevitable que, independientemente del método que empleemos, siempre focalicemos bajo un matiz subjetivo el motivo de observación.
“Denominar lo intangible es algo realmente complicado y subjetivo. En el campo de la educación, se han pasado décadas indagando qué tipo de creencias poseen los docentes, definiendo tales creencias, llenando de contenido el término. Ahora, tras estos años de discusión, cuando apenas quedan investigaciones que no sepan, más o menos, lo que significan, pasan a mejor vida, esto es, a coexistir con una gama amplia de definiciones y términos, “un desconcertante listado de términos” (Clandinin y Connelly, 1987, 487), que describen o intentan describir lo que son. Pese a ello, el concepto de creencia, de creencias docentes, no disfruta aún de unanimidad entre los diferentes autores que se han acercado a su estudio.” (LATORRE, M.J Y BLANCO, F.J.)
Como bien nos indica la lectura, según las aportaciones de Rokeach (1968) las creencias poseen un componente cognitivo, afectivo y conductual. Por otro lado, según Pajares (1992, 316), hay tres ideas fundamentales a destacar:
-          Las creencias que poseen los docentes influyen en su percepción y juicio.
-          Las creencias juegan un papel clave en cómo los profesores aprenden a enseñar.
-          Identificar y comprender las creencias de los profesores y, por ende, de los que estudian para serlo, es fundamental para la mejora de la práctica de la enseñanza.
Así pues, ¿Qué primeras impresiones podríamos establecer de la descripción que realicé el año pasado?
B. ha mostrado una actitud relajada y concentrada en la tarea de vaciar, trasvasar y llenar los diferentes contenedores, a pesar de que a lo largo de la sesión ha variado su ritmo de actuación ya que hacia el final ha manifestado una gran exaltación experimentando y manipulando con las semillas a través de sus manos, pies... lanzando por el escenario estas y volviendo a llenar los contenedores que iban vaciándose.
Ha colaborado durante toda esta parte de la sesión con su hermano L., haciendo ambos los mismos proyectos de transformación y manipulación del material.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención de esta sesión es el hecho que B. no se ha querido deshacer en ningún momento de un cucharón que sostenía en la mano a pesar de que en muchas ocasiones no hacía uso de este e incluso alguno de sus compañeros (D.) se lo ha pedido varias veces y ella se ha negado a dejárselo.
Llegados a este punto de análisis, me pregunto ¿por qué he resaltado el hecho de que B. no quisiera deshacerse  del cucharón? Además, realizando una segunda lectura de la descripción descubro que ya en la propia descripción prevalecía este hecho por encima de otros que también podrían haber sido nombrados. ¿No es pues una denotación evidente de un pequeño filtro del observador? ¿Qué significado le asigno yo a un hecho como éste?
B. ha establecido un contacto muy positivo con el material facilitado, ha estado concentrada durante la sesión y no ha perdido el interés en ningún momento por el material.
B. muestra una actitud serena, la mayoría de la sesión permanece en un lado del escenario, sentada , trasvasando semillas de un recipiente a otro, haciendo uso de utensilios y de sus propias manos. Parece estar experimentado con la capacidad y volumen de los diferentes contenedores. En un momento dado, explora por el espacio en busca de nuevas semillas, no obstante, vuelve al lugar de origen y continúa con la misma acción. Trasvasar, vaciar, llenar.
No requiere de la atención del adulto, muestra una actitud independiente y, es capaz de no distraerse con aquello que la rodea.
Siguiendo con el análisis, cabe decir que es necesaria la formulación de diversas hipótesis durante las observaciones para poder llegar a una conclusión final. Entonces, otro aspecto sobre el cual me gustaría reflexionar es sobre si en ocasiones las hipótesis que a priori formulamos no podrían confundirse con creencias. ¿O es que acaso las hipótesis también presentan cierta denotación subjetiva y por tanto también podrían considerarse creencias? Personalmente lo considero un tema de gran complejidad puesto que en cierto modo resulta inevitable dejar de lado quién tú eres y por tanto actuar desde la pura objetividad.
Imagino que el fin de esta práctica es darnos cuenta de que aunque sea inevitable realizar un pequeño filtraje en referencia a las observaciones, actos y por tanto consecuencias que puedan surgir y darse dentro del aula, es necesario un equilibrio y un buen enfoque que vele por el bienestar de los pequeños y que potencie al máximo sus capacidades.
“…las creencias que poseen los maestro son realidades construidas mentalmente desde sus propias experiencias personales, sociales, educativas…; realidades que moldean su pensamiento y su práctica docente, al estar integradas en su forma de pensar y actuar.”
Por otro lado, me parece muy interesante la aportación de Sola (1999) en la lectura cuando nos habla de los dos tipos de actuaciones para sentar las bases una vez identificadas esas creencias: por una parte nos dice que a partir de este conocimiento se puede prestar una ayuda educativa por tal de reconstruir el pensamiento ordinario; y por otro lado, el intercambio de distintas creencias entre futuros maestros puede dar lugar a dilemas y contradicciones generadores de la necesidad de desarrollo y crecimiento profesional para ambos y, por tanto, considero que es una muy buena herramienta para poder evolucionar y crecer como individuos y como profesionales.
1-Podríamos clasificar los diferentes proyectos de B. durante esta sesión de la siguiente manera:
 - Juego entre espacio y tamaño, utilizando varios envases B. investiga sobre la capacidad de estos según el material que se introduce y según el tamaño que presentan.
- Descubrimiento del material presentado a través de los sentidos puesto que B. se introduce una castaña en la boca, pisa descalza las semillas que caen sobre la alfombra…
- Desarrollo de habilidades motrices, B. utiliza diferentes recursos para introducir y vaciar los frascos tales como un utensilio: colador; sus propias manos, un vaso de plástico etc.
- Relación lleno-vacío de los diferentes recipientes.
 
2- Tiempo y ritmo de la acción:
B. muestra un ritmo pausado aunque activo. Le gusta experimentar e indagar con varios de los objetos que se presentan manteniendo una continuidad a lo largo de la práctica. Se establece un periodo de transición entre un proyecto y otro diferenciándose con claridad cada uno de ellos durante el transcurso de la sesión.
B. adapta su ritmo de acción al proyecto que está llevando a cabo en cada momento. Por ejemplo, cuando está traspasando las en un frasco y después repitiendo la acción a la inversa se presenta un ritmo más lento en sus movimientos puesto que necesita una mayor precisión, sin embargo, cuando se desplaza por el escenario en busca de nuevo material, o cuando experimenta la sensación de pisar descalza sobre las semillas se muestra con mayor soltura y, por lo tanto, con un mayor ritmo de acción.
3-Estrategias cognitivas:
B. repite la acción de llenar y vaciar con diferentes recursos, utensilios y materiales y en diferentes lugares del espacio, por lo tanto, podríamos establecer que una de las estrategias que emplea es la de la repetición y continuidad.
Dado que realiza la misma operación teniendo en cuenta las capacidades de los materiales que están a su alcance podríamos determinar que B. realiza una generalización de conocimientos y los adapta según el material del que dispone, sin embargo, sería necesario observarla con varios objetos para poder afirmar esta observación.
Otra de las estrategias observadas podría ser que sabe definir las características de los objetos puesto que los emplea según las capacidades de estos, sin embargo se trata de una hipótesis que habría que confirmar.
Experimenta en solitario y, en algunas ocasiones busca el apoyo de su hermano L. o comparte con él acciones concretas pero por lo general B. no necesita de la atención de los que la rodean para llevar a cabo sus acciones.
4-  Actitud:
B. es constante con sus acciones, no podemos establecer si muestra una actitud persistente puesto que no parece que le resulte dificultosa ninguna de las actividades que realiza. Las lleva a cabo durante un tiempo, las repite una y otra vez y, transcurrido un plazo busca algo nuevo para realizar. No he tenido la oportunidad de observar que se fijara un pequeño reto para después llevarlo a cabo y así poder determinar su grado de persistencia o resistencia ante la dificultad presentada.
Se muestra relajada y contenta, se desenvuelve muy bien ante el material y, respeta el espacio de sus amigos interactuando con ellos esporádicamente.
Como conclusión final me gustaría resaltar la importancia de un registro en una observación. Una observación que no se registre suele transformase en un hecho subjetivo, puesto que se pierden los detalles, además de que inconscientemente podemos mezclar el hecho tal cual como sucedió con nuestros propios juicios, y aunque, como comentaba anteriormente, creo que es inevitable algún tipo de filtro en cualquier tipo de registro, en una observación siempre puede ayudarnos el hecho de fundamentarlo ya que podemos contar con la opinión de otros profesionales.

Es imposible que nosotros como observadores guardemos en nuestra memoria todos los hechos relevantes que ocurren con el grupo de niños durante el transcurso de una jornada. Por eso es imprescindible que contemos con instrumentos prácticos en los cuales anotar o "depositar" la información y recurrir a ella para el posterior análisis.
Estos instrumentos debidamente rellenados servirán posteriormente de base para elaborar las interpretaciones y de este modo poder conseguir un mejor conocimiento del comportamiento del niño en la interacción con los objetos.

Por otro lado, a la hora de observar, es vital que reflexionemos sobre lo que queremos observar, a quien queremos observar, para qué, por qué, dónde, limitaciones y observaciones, filtrajes, creencias, etc.
Considero que la práctica docente tiene que ser rica en la interacción con los niños y que se tiene que atender, observar y registrar los comportamientos o patrones de conducta. Una vez determinados los propósitos de observación y los contenidos de la misma, es cuando determinamos las acciones y formas pertinentes, siempre con la idea de mejora.

Justificación de las competencias
2.2 Esta entrada me ha ayudado a reflexionar sobre mis propias creencias y concepciones.
4.1 Identifico los marcos teóricos que justifican o cuestionan las prácticas que se llevan a cabo.
4.3 Elabora hipótesis de porqué pasa un hecho concreto de una determinada manera.

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